El aluminio es un metal maleable y muy fácil de reciclar
para emplearle nuevamente en la elaboración de diferentes productos, tras su
utilidad primaria. Este procedimiento consiste en fundir el metal (aluminio)
previamente limpio, a partir de electrólisis de la alúmina y utilizar el
proceso Bayer, que solo requiere de un 5% de energía. Por eso actualmente el
30% de aluminio que es producido en Estados Unidos proviene de la chatarra.
En la actualidad, sabemos que el reciclaje de aluminio genera
varios ahorros muy importantes en el ámbito económico y el ámbito energético.
Además, se economiza a escala nacional debido a la reducción de los recursos
necesarios para subvencionar y transportar la materia prima.